Cuando tienes en las manos una revista, un folleto o cualquier producto impreso, no llegamos a imaginar todo el proceso de impresión que hay detrás de esto.

Existen varios procesos y técnicas de impresión, entre ellas offset y digital. Dependiendo de las necesidades del proyecto que se vaya a elaborar se debe elegir un proceso u otro. ¿Quieres conocer sus diferencias y sus principales ventajas?

La impresión en offset, ha sido la técnica más común hasta la fecha, utilizada para todo tipo de trabajos como tarjetas, carpetas, catálogos, revistas, etc.

El principio básico de la impresión offset se basa en el sistema de impresión litográfico, en el que intervienen tintas, agua y planchas de impresión, cuya superficie está cubierta por una emulsión fotosensible, donde a partir de diversos procesos dependiendo de la maquinaria, se graban las zonas de imagen. Estas zonas son hidrófobas (repelen el agua), y se adhiere la tinta, mientras que las zonas sin imagen se quedan limpias por el agua, dado que son hidrófilas. A este efecto se le llama repulsión agua-tinta y sigue el mismo principio que la separación entre el agua y el aceite. Este sistema emplea una plancha por tinta, siendo lo más común el CMYK, aunque también permite la incorporación de tintas especiales tipo PANTONE® y/o barnices. 

Sin embargo, la puesta en marcha de este sistema es más costosa y complicada, por lo que requiere grandes tiradas para obtener un precio competitivo.

Por su parte, en la impresión digital no se necesitan planchas ni láminas intermediarias. Es el proceso de impresión que utilizamos en nuestro día a día, incluso en la impresora de casa, pero existen máquinas de diversas características. En Mundo Gráfico empleamos equipos técnicos de impresión digital de la máxima calidad.

La tecnología de la impresión digital ha avanzado de tal manera que en Mundo Gráfico conseguimos acabados similares a los de la impresión offset. Además, la puesta en marcha de este tiempo de impresión es más económica y permite realizar pequeñas tiradas. Otra de sus grandes ventajas es que se pueden utilizar soportes especiales, más allá del papel y es posible personalizar cada producto de impresión.