Entrevista a LZF Lamps, Premio Nacional de Diseño 2020

LZF Lamps ha sido reconocida con el Premio Nacional de Diseño 2020 en la modalidad de empresas. Más allá de un producto espectacular que combina el diseño y la artesanía, la empresa se caracteriza por una imagen gráfica muy impactante y cuidada. Y cuando han querido trasladar a un producto físico esas imágenes siempre han confiado en Mundo Gráfico. Charlamos con Mariví Calvo, directora creativa y fundadora de LZF junto a Sandro Tothill, de lo que ha supuesto este premio y la importancia de crear proyectos gráficos de calidad para la estrategia exitosa de una marca.

Pregunta: ¿Qué supone para LZF Lamps este Premio Nacional de Diseño?

Respuesta: Es como si tuviéramos los pies de plomo, como si nos hubiera asentado. Hemos recibido reconocimientos, pero nunca uno tan importante y que fuera un premio global a todo lo que haces. Además, va acompañado de una gran dosis de respeto. Nos ha provocado una sensación de ebullición que, en un panorama tan triste y pesimista como el actual, ha sido como un estallido. Estamos muy felices.

Pregunta: ¿Cómo va a afectar al futuro de la empresa?

Este premio, sumado al de artesanía, completa un importante reconocimiento a nuestra estrategia de empresa. Nosotros siempre hemos hecho las cosas como pensábamos que debíamos hacerlas, no por un beneficio empresarial puro y duro. Queríamos sacar las cosas que nos gustaban. A las primeras lámparas que diseñamos les llamamos artefactos. Eran para nuestra casa. Después hicimos más para vender en Marrakech y así fuimos creciendo, pero siempre ha sido un proyecto más personal que empresarial.

Nunca habíamos recibido un premio que supusiera tal secuencia de acontecimientos. Es un gusto y, desde luego, te hace reconocible para mucha gente que antes no te conocía o te conocía poco. Es como si tuvieras un respaldo inmediato. Pero nuestra idea no es llegar a un público masivo, para eso ya hay empresas que lo hacen muy bien. A nosotros nos gusta trabajar con artesanos, artistas, gente que nos conmueva con su trabajo. Siempre buscamos diseñadores muy respetados y maestros artesanos porque te aportan un valor que es muy difícil encontrar en un producto fabricado en serie y en una empresa industrializada.

Pregunta: En esta estrategia basada en el arte, el cuidado al detalle, ¿cómo habéis encajado el diseño gráfico y el producto impreso?

Para nosotros, elaborar contenido para imprimirlo después era una excusa para poder expresar todo aquello que queremos. Siendo artistas (Sandro es músico y yo, pintora), la comunicación es ideal para nosotros, nos permite trabajar y aprender de fotógrafos, escritores, músicos, directores de arte… y eso es lo que nos ha ido enriqueciendo muchísimo. Los procesos de elaboración de catálogos o campañas nos dan la vida porque te sacan de la rutina diaria de la empresa para prestar atención a algo que realmente nos encanta.

Pregunta: Trabajáis con grandes diseñadores…

Sí. Profesionales de la talla de Ricky Blanco e Isidro Ferrer, con esa sensibilidad tan grande que tiene. Hemos trabajado con los que se han dejado porque lanzar una campaña de LZF Lamps implica un año y medio de trabajo con cada diseñador para hacer una pieza que sea coherente y que encaje tanto con ellos como con la empresa.

Pregunta: Siempre le habéis dado mucha importancia al diseño gráfico, al producto impreso como parte de esas campañas y de la imagen de la empresa, ¿cuál ha sido vuestra relación con Mundo Gráfico?

Respuesta: Trabajamos con ellos prácticamente desde el principio. Coincidimos en la sensibilidad de trabajar con productos que transmitan una emoción, que no sean simplemente objetos y, en ese sentido, siempre han tenido una gran sensibilidad con nosotros, han estado muy atentos y se han involucrado en cada proyecto. Ha sido así con todo el equipo que, además, nos ha dejado aprender de ellos, invitándonos a todas las pruebas de impresión y a seguir el proceso in situ mientras nos explicaban las bases de la impresión, nos aconsejaban tipos de papeles y técnicas para alcanzar los objetivos que nosotros queríamos conseguir. Desde el segundo catálogo que realizamos en LZF, trabajamos con ellos.

Pregunta: ¿Qué importancia adquieren esos materiales impresos para la estrategia y la imagen de LZF?

Es vital. Hace tres años que hicimos el último catálogo porque el trabajo de producción es brutal y agotador. Pero lo hicimos con las fotos que nos apetecían y como queríamos hacerlo. Nos fuimos una semana a un palacio con tres equipos de fotografía más peluquería, atrezzo… éramos unas 20 personas. Un trabajo brutal que dio como resultado el que llamamos el Catálogo rojo que imprimimos con Mundo Gráfico.

Un libro, casi de coleccionista, un objeto de lujo. Por eso siempre contamos con Mundo Gráfico, porque te dan la seguridad de que el producto final será excelente, exactamente como tú lo quieres y, si tienen que repetir la impresión hasta alcanzar la perfección, lo hacen. Es una seguridad que siempre nos han dado.

Como todas las empresas, tenemos que ajustar gastos y este tipo de piezas las hacemos muy de vez en cuando porque si imprimimos algo en papel tiene que ser una imagen que nos diga algo, que nos transmita, que nos emocione. Es algo que Mundo Gráfico entiende a la perfección y se esfuerza al máximo para conseguirlo.