Libretas corporativas o por qué vale más un lápiz corto que una memoria larga

La escritura - a mano, por supuesto - es el hito con el que los historiadores marcan el paso de la Prehistoria a la Historia propiamente dicha. Hay algo intrínsecamente humano en poner por escrito sobre papel las ideas, las tareas y las reflexiones de cada uno. Por eso resulta tan útil siempre tener a mano lápiz (o bolígrafo) y papel. Y eso hace de las libretas corporativas una herramienta muy práctica, tanto si quienes las usan son los miembros de nuestro propio equipo como si las concebimos a modo de herramientas de marketing para obsequiar a clientes y colaboradores.

En nuestras más de dos décadas dedicadas al mundo de la impresión, han sido muchas las libretas corporativas a las que hemos dado forma. De ahí que seamos conscientes de la importancia de que esos documentos impresos reflejen fielmente la imagen de marca de la empresa, sean sencillos de utilizar, empleen tintas y papeles apropiados y estén bien encuadernados.

Dos ejemplos de la versatilidad de nuestros equipos de impresión digital con que contamos en el Parque Tecnológico de Paterna son estos dos modelos de libretas corporativas: de la originalidad y colorido de Granissat a la elegancia minimalista de las libretas que hemos impreso para Zara. En el caso de las libretas de Granissat Estudio Creativo, se optó por el papel Nautilus Classic de 100 gramos y por portadas generadas a partir de cartulinas de colores. Miden 17 centímetros de alto y 23 centímetros de alto y están encuadernadas en rústica, con lomo de tela de 1,5 centímetros de ancho y cinta de registro negra.

“Nuestra comunicación es muy fresca y muy colorida y queríamos que eso se reflejara en nuestras libretas. Además, somos unos apasionados del papel porque nos parece que es el medio más creativo y expresivo. Todas las ideas empiezan por un boceto y un rayajo. Por eso, toda nuestra esencia está concentrada en el diseño de esta libreta”, explica la diseñadora Isabel Viso. El documento final ha sido fruto de la colaboración entre el estudio y nuestro equipo. “Acudimos a Mundo Gráfico, explicamos qué queríamos y a partir de ahí comenzamos a compartir ideas y a desarrollar el diseño final”, recalca Viso.

En el caso de las libretas corporativas de Zara, el producto final conjuga papel interior Shiro de 100 gramos y portada y sobrecubierta en Oyster Carapacer de 250 gramos, con relieve. La encuadernación es fresada con lomo de tela y mide 17 centímetros de ancho y 24 centímetros de alto. Una opción minimalista y atemporal.

Si te estás planteando mandar a imprimir nuevas libretas corporativas, confía en la experiencia de nuestro equipo y ponte en contacto con nosotros para que podamos ayudarte a decidir la combinación de materiales y técnicas que mejor encaja con tu visión.